El alma, es algo que la mayoría describiría como la parte
inmortal que jamás perece. Algunos manejamos que incluso puede fragmentarse y
crear un alma mucho más fuerte y valiosa. Las batallas que enfrente el recipiente
fraguarán el pulido de que tanto brillará, existe por el contrario una
creeepypasta que expresa que al ser un alma atemporal podemos estar hablando de
que toda la humanidad, desde el primer ser humano pensante (vamos a Hommos),
hasta el último que reste en la faz de la tierra, se trata solo de un mismo ser
que se encuentra en estado fetal.
Me saben ávida lectora de fantasías que detectan el eco de
nuestra familia, es decir aquellas que guardan verdad de la historia, bien, la
trilogía de Madison Avery expresa como un alma puede quedarse en la tierra bajo
ciertas condiciones, y una de ellas es un medallón que solo los cronometradores
poseen. Un cronometrador es aquel ser de un bando u otro (destino o libre
albedrio) debe resguardar y salvar según sus creencias. Nuestra protagonista
Madison, es alguien que cree en el libre albedrío pero que por alguna razón ha
terminado en el bando erróneo, no solo eso, ella realmente está muerta y su
nueva forma de vivir, si así se le puede decir, pone en peligro su delicada
situación.
Uno a estas alturas se pregunta si posee alma, como saber
que eres eterno sin algo así, la respuesta reside en tu fe, aquellos que
venimos de una creación tan antigua sabemos que no poseemos alma, la creamos
con nuestra historia.
Debo recopilar las experiencias para poder hacerles llegar
la información completa. Aunque hay limitantes en cada labor, la impotencia
jamás está permitida, y por más desesperación que tengan en su ser, su deber
esta primero, un deber que los supera.
Ya para despedirme les dejaré una cita de la célebre serie
Penny Dreadful
Estar poseído es en cierta forma estar bendecido, te hace
especial, diferente a todos los demás, alguien único y más cercano a Dios ¿de
verdad quieres ser normal?
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